Al comenzar un año nuevo, llegan a la mente de todos, el deseo de hacer mejor las cosas, la posibilidad de replantear nuevos objetivos de vida, nuevos propósitos y trazar lo que será el 2024. Seguramente, la mayoría pensamos cosas, desde por hacer dieta, practicar más deporte y un sinfín de situaciones con las que buscamos ser mejores seres humanos.

Pero esos propósitos y objetivos no pueden dejar de lado lo que va a pasar en Colombia y en el mundo. Pensar, por ejemplo, que en noviembre en Estados Unidos se tendrán elecciones para elegir nuevo presidente debe estar en la cabeza de todos, pues la geopolítica tendrá una nueva configuración. De otro lado, en nuestro país, los nuevos Gobernadores y alcaldes deben comenzar sus Gobiernos, plantear sus planes de desarrollo y pasar del discurso de propuestas a las acciones, a las soluciones.

No podemos dejar de lado lo que en Colombia seguirá pasando con el Gobierno Petro, un Gobierno cada vez más desconectado de sus bases, más lejano de su electorado y por supuesto, lleno de lentitud en sus ejecuciones. No se trata de una simple crítica, se trata de aceptar lo que vemos en el día a día. Anuncios y pocas realidades. Bastaría con leer algún medio de comunicación del día para darnos cuenta de esa desconexión: La cancelación permanente de la agenda oficial, la fallida sede de los juegos panamericanos y por qué no, la no realización de la fórmula uno nuestro país. No entremos temas más sensibles como las reformas a la salud, a las pensiones y las demás.

En nuestro caso, el 2024 llega con nuevos comienzos, con cambios reales y con la posibilidad inmensa de reescribir nuestra propia historia. Hacer más deporte, vivir más al límite y seguir sirviendo a los antioqueños.

Feliz inicio año nuevo.

Enero de 2024 Julián Muñoz