A estas alturas del periodo presidencial, no tendríamos que ver que se improvisa en alguno de los temas de la función púbica. Hace un año se tiene Plan de Desarrollo y ya estamos en los tiempos de la ejecución. Sin embargo, pese a lo anterior y al hecho, de que el Presidente es un hombre curtido con más de 30 años en lo público y fue alcalde de la ciudad más importante del país, se siente improvisación en prácticamente todo el gobierno.
Cada semana se conoce un hecho que dificulta el progreso del país, y es que realmente da tristeza sentir que a Colombia no le va bien.
En lo que va del 2024, ya hemos tenido contratiempos muy grandes, como el hecho, no menor, de que nos quitaran la sede de los Juegos Panamericanos 2027, una oportunidad maravillosa para que Barranquilla y todo el país pudiéramos mostrar a miles de visitantes la magia de Colombia. Se habla de pérdidas millonarias, por la derrama económica que se deja de percibir por este evento deportivo: Mano de obra no calificada, turismo, construcción, transporte, en fin, tantas cosas positivas en procesos deportivos que hoy ya tenemos la certeza que no se llevarán a cabo, y por demás harta falta que sí hacen.
Pero como olvidar en este escrito la improvisación en la atención de la emergencia a causa del fenómeno del Niño, con la fuerte escasez del líquido vital y con la multiplicación de los incendios de cobertura vegetal en prácticamente todo el país.
Cero planes de prevención, cero planes de mitigación y menos presupuesto para las entidades que se encargan de la gestión del riego, incluidos los bomberos, es lo que tenemos.
Ahora bien, no hablemos únicamente hablar de la coyuntura, vamos al fondo. La poca o baja inversión del Plan de Desarrollo, es prácticamente imposible negar que no se ven a esta altura del Gobierno obras grandes en las regiones, ni infraestructura educativa, ni vías, ni vivienda. Es realmente complejo que en un país con un presupuesto tan ajustado, lo poco o mucho que se tenga, no sea ejecutado, cuando las necesidad de los ciudadanos son tan grandes.
El tiempo para gobernar es realmente corto, pero se hace muy largo, cuando un gobierno se desconecta y va sin rumbo, no es bueno esperar para gobernar a través de una cuenta en X y opinar de cualquier tema mundial, menos para opinar sobre los últimos hechos de la dictadura de Venezuela.
Febrero de 2024
Julián Muñoz